jueves, 21 de agosto de 2008

Articulo para BAE.Agosto 2008

Como todos sabemos a partir de junio de 2007 los mercados financieros globales empezaron a sacudirse a partir de la crisis de hipotecas Sub Prime, originada en USA y luego extendida a distintas regiones del primer mundo.

Lo que en aquel momento se pensó como un estrechamiento del crédito (credit crunch, en la jerga) comenzó luego a impactar en la economía rea, al caer los valores de los inmuebles y la capacidad de consumo de las personas.

Si bien algunos analistas pensaban que la baja en la actividad económica y el consumo en el país del norte serían reemplazados por el crecimiento de las economías de la UE y los mercados emergentes, con China e India a la cabeza, hoy estamos viendo que esa teoría del “rebalanceo” de crecimiento " no se está cumpliendo.

Como consecuencia de ello, en 2009 el crecimiento global pronosticado será el mas bajo de los últimos 5 años.(Aproximadamente 3%)

Y este dato, que escrito duele menos que en la vida real, implica que habrá que ajustarse el cinturón.

Si todo esto es así, también veremos una caída en las ganancias globales de las empresas, y no solo en la del sector financiero.

Siguiendo esa tendencia de ajuste también se verá una baja (ya iniciada) en la cantidad demandada y los precios de algunos comodities, o sea la “mercadería” que venden los países emergentes como el nuestro, Brasil, Chile, etc.

Y mientras tanto: como impactaría este “bajón” global en nuestro país?

El menor ritmo de las exportaciones generaría un menor ingreso de divisas que podría presionar el tipo de cambio y achicaría los ingresos fiscales, que son hasta hoy la llave de la financiación del superavit fiscal, la inversión y el consumo en nuestro país.

Recordemos que el gasto público creció un 100% en dos años, y representa hoy el 4% del producto bruto.

(Para poner en contexto este dato recordemos que el déficit fiscal de USA para 2008 será del 2,9% del PBI,y creciendo con el objetivo de reemplazar la caída en el consumo privado con gasto público).


A este escenario se suma que los vencimientos de la deuda pública representan
para el 2009, 2010 y 2011 entre un 4,4%; 3,5% y 3,7% del PBI, respectivamente.

Completa la foto, la persistente fuga de capitales, que para el segundo trimestre de 2008 implicó unos USS 8.800 millones enviados al exterior o a las cajas de seguridad, según datos del BCRA.

Cuales serían la alternativas a seguir?.

Vimos ya que la crisis global proveniente de sub. prime y sus derivados, ha pegado fuertemente en todos los mercados.

Sorpresivamente, tomando en cuenta crisis globales anteriores, nuestro continente y nuestro país en particular se han mostrado bastante estables hasta ahora frente a esta tempestad.

Por ejemplo, Brasil y Perú han alcanzado el rango Investment Grade en el Mercado de Capitales.

Y la economía de nuestro país ha crecido y crecerá este año muy bien, aún más rápido que la de nuestros vecinos.

Y que nos ayudó a sustraernos del vendaval?

Dos factores dan la respuesta:

· tenemos fuertes ingresos por la demanda creciente de la bendita soja y otros productos agropecuarios.

· Y por el otro lado, simplemente estamos fuera del mercado de crédito mundial , por lo tanto no dependemos del flujo de los mercados de capitales para financiar nuestra economía.

Por supuesto que, como contrapartida, los préstamos bancarios que financian al sector privado se encuentran muy deprimidos.

Recordemos en ese sentido que en el año 2000 esa masa de créditos al sector privado representaba el 23,8% del PBI, cayendo al 10,8% en 2003 y rebotando al 13% actualmente. Mientras tanto Brasil se encontraba en niveles del 36% en 2006.

Simplemente nuestra economía vive sin crédito.

Este factor normalmente se asociaría con bajos niveles de inversión y crecimiento. Sin embargo la inversión se ha duplicado como porcentaje del PBI.

Querrá esto decir que las empresas y el país se bastan a sí mismos financieramente a largo plazo y no necesitan el acceso al Mercado de Capitales?.

Otro “ milagro” argentino?

Llegar a esta conclusión sería equivocado porque el aumento de la inversión desde el 2002 hasta hoy se dio en condiciones que ya no existen veamos las más importantes:

· Niveles de desempleo de más del 20%,lo que llevó los salarios para abajo. Hoy esa tas es sustancialmente menor (alrededor del 12%) .

· Después de la devaluación los sectores vinculados a la exportación tuvieron amplia ventaja de intercambio, hoy reducida en un 80% por la sumatoria de inflación y dólar quieto.

· En el mismo sentido, la amplia capacidad de producción ociosa permitió a las empresas aumentar la producción sin nuevas inversiones. Y así crecimos a niveles del 9% anual sin necesidad de crédito.

Sin embargo a partir de 2005 la inflación comenzó a crecer como muestra de que esa capacidad de producir sin nuevas inversiones estaba llegando a su límite, necesitándose agrandar la oferta de productos y servicios conforme al mayor poder adquisitivo de la población.

Así también comenzaron a presionar hacia arriba los costos de mano de obra y materias primas, golpeando los niveles de rentabilidad de las empresas.

Por lo tanto si se acuerda en el hecho de que hemos alcanzado altos niveles de uso de la capacidad instalada y de empleó, podemos concluir que la forma de mantener niveles satisfactorios de crecimiento, es a través del aumento de la inversión, que amplíe la torta ya la vez la haga mas productiva en términos tecnológicos, capaz de competir en los mercados internacionales.

Este camino es aún más necesario si ,como se dijo, se prevee una desaceleración del crecimiento global, ya que la demanda será mas selectiva y tendrá mas oferta disponible, al menos en los productos que nuestro país puede ofrecer.

Y para ampliar la cantidad y calidad de de nuestra oferta es necesario aumentar las inversiones productivas, mediante el ahorro interno (si fuera posible en el corto plazo), y también mediante el acceso a los mercados de capitales de la región (algo ya se hace con Brasil y Venezuela) y el mundo, consiguiendo líneas de crédito que nos financien .

Y la alternativa de acceder al mercado de capitales puede ser posible.

Porque paradójicamente ,y a diferencias de crisis pasadas, el menor crecimiento global convive con una fuerte liquidez y menores alternativas de inversión confiables para los capitales financieros que circulan por el mundo.

Siempre es posible conseguir financiación en momento de liquidez, el problema es que si la calidad crediticia del tomador lo hará más o menos confiable.

Y por lo tanto se podrá o no acceder a la fuente de crédito en tanto los acreedores crean que recuperarán su inversión.

Y este concepto resulta válido no solo para los inversores del exterior, sino para el enorme volumen de depósitos de argentinos en el exterior (cerca del 40% del PBI)

Entonces, presentar un entorno rentable y confiable para las inversiones y los inversores de largo plazo toman la trascendencia de decisiones estratégicas.

No se trata de ser buenos o malos, se trata de conseguir nuestros objetivos.

En otras palabras: hoy Argentina se encuentra con algunas nubes en el horizonte pero aún con solvencia fiscal , en crecimiento y sin riesgos financieros de corto plazo.

Por lo tanto podríamos sentarnos a negociar con el sistema financiero internacional desde otro lugar al de décadas pasadas.

Buscando líneas de crédito para crecer y no en tapar baches fiscales como entonces.

Todo esto en un mundo en el cuál no sobran las oportunidades de inversión para los capitales de riesgo

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