sábado, 22 de mayo de 2010

Como siempre en las crisis: gana el que menos pierde.

Hasta hace pocos días algunos analistas soñaban conque los efectos de la crisis económica y financiera europea quedaran circunscriptos a ese continente.

Sin embargo rápidamente la realidad volvió a demostrar que en nuestro mundo globalizado la economía es una sola y que ningún país o continente puede quedar al margen de una crisis.


En ese sentido aparecieron en los mercados nuevos temores acerca de la salud futura de la economía global y de sus perspectivas de crecimiento, y por lo tanto la incertidumbre cruzó “across the board” a los mercados:

Las bolsas americanas tuvieron su primera “corrección” desde que comenzaran su rally en el mes de marzo de este año.
El mercado corporativo global de créditos sufrió alzas en las tasas de interés con restricciones en los flujos de préstamos ofrecidos para deudores de menor calidad.
La canasta de monedas globales se vio sacudida por cambios, algunos muy fuertes, en las paridades cambiarias.
Dados el temor al efecto expansivo de la crisis , muchos grandes inversores globales como los Hedge Funds se retiraron de las apuestas que rinden mucho si la economía funciona bien, pero que también son las mas castigadas ante un escenario de menor crecimiento o recesión.

Grandes porciones de los flujos de fondos que se hallaban en los mercados emergentes o en países productores de commodities se retiraron hacia bonos del Tesoro de EEUU y el yen Japonés, productos considerados atractivos seguros en tiempos de crisis. De esta manera los rendimientos de la deuda oficial americana bajó fuertemente y los precios de la deuda emergente sufrieron deterioros.

El sentimiento negativo también llegó a China, debido a que la política de ajuste monetario lanzada en ese país despertó temor en los inversores acerca de un crecimiento más lento de la economía del tigre asiático.


Incluso el precio del oro sufrió retrocesos, y esto se debió a que muchos inversores que consideran al metal como refugio contra la inflación están poco preocupados por ese tema en un entorno que prevén como de bajo crecimiento económico.






Conclusiones

Como dice la canción de Billy Joel “its a matter of trust”.

En síntesis la desconfianza acerca de cómo evolucionará la economía global a corto plazo llevó hacia abajo los precios de la gran mayoría de los activos financieros , y este panorama de bajas en las cotizaciones muestra escaso signos de poder revertirse en el corto plazo.

Y como siempre: en las crisis gana el que menos pierde.

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