El mercado no está preocupado por la reforma financiera de Barack Obama.
El presidente de EEUU se presentó hace semanas ante la reunión de los G20 en Canadá blandiendo la reforma financiera que ayer aprobó el Congreso de su país. Y algunos analistas calificaron a la nueva legislación como “histórica victoria del Presidente Obama”.
Sin embargo las argumentaciones y despliegue mediático de algunos políticos norteamericanos acerca de que los cambios previstos cumplirán un rol central en el futuro de las finanzas de los EEUU parecería más una puesta en escena con vistas a las próximas elecciones legislativas norteamericanas que un cambio que altere la vida de los mercados financieros.
Por consiguiente el conjunto de normas aprobadas por el Capitolio poco le quitan el sueño a los mercados financieros ,debido a que la esperada ley apenas si trae riesgos para la operatoria de las bolsas globales.
Por otro lado existen problemas verdaderamente inquietantes a los cuales los operadores financieros si les prestan: la crisis europea, los riesgos de un conflicto comercial entre las grandes potencias o la futura evolución del de las paridades cambiarias entre las principales monedas globales.
Los ejes de la reforma financiera en EEUU
Medularmente la reforma al sistema financiero norteamericano incluiría dos conceptos centrales
1) Protección del dinero de los accionistas y clientes.
Desde el año 1933 y hasta fines de los ochenta el mercado financiero norteamericano se regia por la llamada “Glass-Steagall Act”, norma que separaba claramente las actividades financieras que podían realizar los bancos comerciales y los de Inversión.
Los clientes de la “banca comercial” contaban con garantía oficial para parte de sus depósitos (Ej. Citi Bank), por lo tanto solo accedían a los productos de inversión tradicionales y más conservadores del mercado financiero como cajas de ahorro, plazos fijos, etc.
Aquellos clientes que quieran invertir en productos mas sofisticados, y que carecían del resguardo oficial , debían recurrir a las entidades llamadas “Brokerage House o bancos de Inversión” (Ej. Lehman Brothers, Solomon Nrothers, etc)
A partir del año 1990 la legislación norteamericana se modificóy permitió de hecho que bancos de imagen conservadora pudieran ofrecer a sus cautelosos clientes productos de inversión mucho más agresivos, y de esa manera muchas entidades accedierona uevas porciones del mercado y ganaron en cantidad de clientes y en montos de dinero bajo administración.
Por esta expansión mencionada el efecto de la crisis sub. Prime alcanzó a una gran cantidad de inversores y de perfil conservador, muchos de los cuales además manifestaron no conocer claramente los riesgos que asumían con el acceso a los nuevos y sofisticados productos de inversión como “derivados” o “Hedge Funds”.
Además la legislación bancaria americana permite hasta hoy que los megos bancos nacidos en los noventa y que cuentan con garantía oficial para una parte de sus depósitos participen con fondos propios en operaciones de inversión consideradas de alto riesgo especulativo. Por lo tanto si por pérdidas producidas en esos negocios un banco fuera a la quiebra, el estado norteamericano debería hacerse cargo de la devolución de la porción de fondos que tuvieran garantía oficial.
La nueva legislación que aprobaría el Congreso americano poco hace para evitar esos problemas ya que permite que las entidades mantengan su doble status de comerciales y de inversión a la vez y que además puedan seguir participando con capital propio en negocios de alto riesgo, solo con algunas pequeñas limitaciones.
2) Limitar el tamaño de los grandes bancos y la apuesta de su propio capital en operaciones especulativas de alto riesgo.
El desarrollo de los negocios financieros globales y la excesivamente laxa legislación en materia financiera permitió en EEUU la creación de grandes bancos muchos de cuyos negocios tienen alcance global. Durante la crisis del año 2008 algunas de esas megas entidades se encontraban en condiciones de quebrar por los malos negocios realizados, por ejemplo con las hipotecas sub. prime.
Sin embargo la desaparición de algunos grandes bancos hubieran ocasionado en EEUU una crisis de proporciones tal vez mayores a la vivida, por tal motivo el estado americano puso el dinero necesario para que alguna mega entidades no cayeran. El costo de tal salvataje lo pagamos entre todos los habitantes de la aldea global.
Se esperaba que la nueva propuesta de regulación financiera limitara el tamaño de las entidades financieras a fin de prevenir la repetición de nuevas grandes crisis, sin embargo ese objetivo no se va a cumplir ya que el proyecto de ley en EEUU deja intacto al sistema financiero que seguirá dominado por seis grandes entidades financieras.
Respaldando lo antedicho mencionemos que la acción de Citigroup que hace un mes cotizaba a USS 3,78 hoy vale USS4,022 y el precio del papel de JPMorgan o Goldman Sachs casi no ha sufrido variaciones en el último mes. Y tampoco se ha modificado en el últimos mes el valor del IYF. indice que contiene acciones de las empresas financieras de EEUU (1)
Por todo lo expuesto es posible pensar que al mercado financiero y a los grandes bancos les hará poca mella los cambios regulatorios en cierne y, como dijimos, mucho más preocupante para los negocios financieros es la incertidumbre en cuanto al futuro desarrollo del comercio y el crecimiento global.(1) Bloomberg
viernes, 16 de julio de 2010
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