domingo, 7 de agosto de 2011

¿Veremos otro “lunes negro en los mercados?

Algunos operadores globales pensaron que el acuerdo entre el parlamento y el poder ejecutivo de EEUU, que permitió evitar el default, lograría calmar a los mercados.
Pero la caída de las bolsas de todo el mundo el jueves y viernes dio una respuesta contraria a tales expectativas.
Y eso fue así debido a que según los grandes inversores, el ajuste fiscal aprobado en Washington resultó insuficiente para sanear la situación fiscal del país.

Por si esto fuera poco la calificadora Standard and Poor´s rebajó la calificación de la deuda estadounidense a largo plazo de AAA(mayor grado de inversión)y la ubicó en AA, y a la vez adelantó su opinión negativa acerca de la futura evolución de la misma.

En ese sentido conviene pensar que la reciente degradación en la calificación de la deuda soberana estadounidense tendría algunos efectos similares, aunque es de esperar que menos graves, a aquellos que se verían si el Tesoro de ese país hubiera entrado en cesación de pagos.

Porque la decisión de la agencia de hecho restó “valor cualitativo” a los bonos del Tesoro, y el inversor que los compró en su momento pagó un precio de mercado por adquirir un activo considerados de la mejor calidad (libre de riesgo o AAA).

En otras palabras, quien invirtió en un Treasury Bill aceptó recibir menor tasa de interés que la que hubiera percibido de un bono soberano de Francia u Alemania, y todo ello a cambio de mayor calidad crediticia o seguridad.

Por lo tanto, y debido a decisiones políticas y técnicas, es posible ver que aquel atributo de seguridad por el cual se pagó un precio esta actualmente dañado.
Pero aún así, probablemente, el temor de los mercados el próximo lunes lleve a los inversores a comprar mas bonos del Tesoro americano ! para cubrirse de los riesgos que la descalificación de esos mismo títulos pudiera causar en la economía global!
Y esto, aunque para algunos suene poco razonable, ya sucedió en otras crisis y bien podría repetirse la semana entrante.

En medio de la batalla caben algunas preguntas interesantes

Teóricamente los dictámenes de las calificadoras tienen por objetivo informar a los inversores acerca de los riesgos que asumen al comprar un activo financiero en particular.

En ese sentido la decisión que tomó S&P tendría poco valor para cumplir con el rol mencionado, ya que todo el mundo conoce la actual debilidad fiscal de EEUU y, por lo tanto, de los bonos de deuda que emite su gobierno.

Pero sin dudas existirá un impacto sicológico en la menta del inversor ya que ahora una fuente, supuestamente calificada e imparcial ,reconoce el problema existente.

Por otro lado ¿hasta la FED, que no emite deuda pero si dinero y tiene en su balance enormes sumas de títulos gubernamentales, podría resultar degradada debido a su rol de banco central del país del norte?

¿Y porque evitó tal castigo el Banco Central Europeo que tiene en cartera enormes sumas de dinero en “bonos basura” tanto griegos como irlandeses , o de bancos casi quebrados.?

¿Y como Francia puede sostener la calificación AAA cuando buena parte de sus bancos encuentran sus carteras crediticias comprometidas con los llamados países Pig´s que arrastran enormes problemas en sus economías

¿Y de que manera se sostiene la deuda de Italia en AA?

Finalmente cabe el cuestionamiento ¿ porque se eligió el momento actual para rebajar públicamente la calificación de la deuda estadounidense?

¿A quien beneficia tal situación?

Finalmente digamos que una cosa es cierta, en estas condiciones contextuales poco espacio queda para los planes de reactivación del consumo y ayuda social que alguna vez sostuvo el presidente Obama, tanto como para su posible reelección el año entrante.

Mientras tanto, y ojala nos equivoquemos, es probable que los inversores quieran desprenderse rápidamente de sus activos de riesgo (sell off) el próximo lunes 8 de agosto.

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