jueves, 30 de abril de 2009

No escuchar el canto de la sirena




Según el presupuesto que la Casa Blanca envió al Congreso en febrero 2009, el déficit fiscal alcanzará USS 1,75 trillones para el corriente ejercicio.

(Algo así como 5 veces el PBI de nuestro país).

Parte de ese déficit será enjuagado con la finalización de exenciones impositivas a una importante franja de consumidores y a pequeñas empresas que son las que emplean 2/3 de la mano de obra de ese país.

Por lo tanto, esos sectores pagarán mas impuestos.

Que impacto podría tener en la economía ese menor poder adquisitivo en los consumidores, que son los que gastan , sobre todo en un momento de receso económico?

Indudablemente desfavorable, a menos que por otro lados ese plus recaudado se pusiera en los bolsillos de la gente para que lo gasten en forma directa.

Sin embargo los planes del gobierno no hacen pensar eso, sino que destinarán el dinero a políticas de mayor Inversiòn publica, que suelen demorar mas tiempo en producir beneficios.

Por lo tanto la transferencia de riqueza se hará primero al Estado y luego iría a los contribuyentes. Será esto suficiente, rápido y útil ?.

No parece que fuera todo lo rápido que se necesita.

Complementariamente a este planteo, sabemos que el gobierno americano no solo esta planeando un gran déficit fiscal como se mostró mas arriba, sino que para pagarlo está imprimiendo dinero y también pidiéndolo prestado, y a la vez pretendiendo pagar una tasa cercana a cero por su deuda (Treasury Bills/Notes).

Y también ha dejado de ser el cliente que todo lo consumía, como para perdonarle ciertas licencias.

Todos estos componentes juntos, en un mundo en recesión , con el dólar debilitándose y la deuda soberana de USA perdiendo calidad de crédito, pueden hacer un cóctel explosivo.

Porque en algún momento se hará muy claro que el país del norte está gastando mucho más dinero que antes y, a la vez creciendo su economía mucho menos que antes (decrece 2,2% en 2009).Y ambos factores a la vez no pueden convivir durante mucho tiempo

En algún momento hace falta dar vuelta la tortilla y hacer que la economía crezca más que la deuda : Caso contrario el valor del dólar podría caer aun mas bruscamente y, por lo tanto, hacer volar las tasas de interés que demanden los acreedores por prestar plata el estado. Podrá la FED controlarlo?

En este sentido va ser interesante observar si se establecen medidas fiscales que ,o bien atenúen el déficit, o bien hagan que el dinero invertido llegue mas rápidamente y mejor al bolsillos de los contribuyentes , y que gasten como para hacer crecer el PBI tan rápidamente o a la vez que la deuda.

Entonces ,es compatible tratar de conseguir algunos ahorros fiscales cuando es necesario incentivar el consumo y el desempleo llega ya al 8%.?

probablemente no se puedan las dos cosas a la vez , y la FED tenga que optar por una alquimia:

· Mantener el tenor de la emisión monetaria y el endeudamiento público, aunque estos se desarrollen a un mayor ritmo que el crecimiento de la economía

Cual es el riesgo?’.Realimentar la inflación de viejas épocas, algo que el mercado ya percibe como posible.(Sino fijémonos en el excelente rendimiento de los bonos indexados del tesoro Americano durante el mes de marzo).

O

· Retirar liquidez del mercado : lo cual implicaría restringir aún mas el circulante y el crédito, con alza en las tasas de interés y mas caída en en la actividad económica.

Bien, lo que está haciendo el gobierno es imprimir dinero para que esto ultimo no pase.

Y la inflación?. No parece ser la prioridad y tal vez es correcto que así sea. El tiempo dirá.

Por supuesto, desde le lado mas liberal dicen lo contrario. Sostienen que es necesario dejar que este gigantesco deleveraging o desinversíon de los mercados termine y luego recoger los pedazos y para eso es necesario que la FED mantenga su independencia (que independencia?) del poder político y no que avale las políticas expansivas del ejecutivo.

Un pequeño detalle: en el medio están las personas que necesitan seguir viviendo en condiciones dignas. Y para eso necesitan recuperar o mantener sus empleos e ingresos.

Y como dato complementario recordemos que durante los ultimos años en USA se ha desarrollado una fabulosa concentracion de la riqueza y caída del salario medio,aumentando también el índice de pobreza (GINI Index).

Pero también es cierto que la velocidad de impresión del dinero por parte del Tesoro americano luce imparable, no solo en su magnitud, sino en el impacto final de su política.

Porque cada vez imprime más “papeles de colores” y menos moneda.

Y el mundo ya se dio cuenta.

Una política distinta esta siguiendo hasta el momento el ECB de la mano de Trichet. Sus clientes más importantes (Alemania y Francia) estaban más preocupados por mantener a raya la inflación que por el crecimiento. De ahí, en parte, la revalorización del Euro en relación al dólar.

Pero atención que ahora Alemania ha entrado en la peor recesión de posguerra ,viendo caer sus exportaciones a sus principales compradores, China y USA,pero debiendo además sostener altos gastos de planes de jubilaciones y salud.

Por lo tanto es posible que la baja en la actividad económica tuerza la mano del ECB obligándolo a políticas monetarias más expansivas.

Y como aplican estos gigantescos desordenes en los mercados de acciones y bonos?.

La realidad nos está mostrando que algunos de los modelos utilizados por los banqueros para aconsejar a sus clientes en que invertir han servido de poco a la hora de prever las crisis de los últimos años.

Durante mucho tiempo los analistas de acciones han tratado de entender las tendencias de los mercados y conocer que acciones estaban sub o sobrevaluadas en función de los ingresos futuros esperados por las compañías.

Y hoy, mirando el desplome de las bolsas y la falta de parámetros, todos esos análisis parecen más formulaciones de deseos que realidades.

Simplemente es posible observar el gráfico adjunto para concluir que quien haya invertido en stocks hace cuatro años hoy tiene menos dinero que entonces.

Y el cálculo empeora si le restamos el efecto inflacionario.

Parecería ser que la tradicional política de “comprar y guardar” acciones (buy and hold) y que apuntaba a no asustarse por las volatilidades del corto plazo y pensar en el largo, hoy debería ser revisada, y también parece que los modelos predictivos que usa el mercado no funcionaron.

Porque luce que no podemos predecir tan fácilmente el largo plazo.

Claro, podrá decirse que si no hubiera existido la crisis los resultados obtenidos en el mercado bursátil podrían haber sido mejores.

Pero esta y otras crisis existen y existieron y son parte de la realidad .

Tanto que, repito, si alguien hubiera puesto su capital en acciones en 2005 para comprar un inmuble o jubilarse, hoy tendría mucho menos que cuando empezó. Y esto es realidad pura, no modelo teórico

Y por el lado del mercado de bonos corporativos, la crisis aportó volatilidades extraordinarias.

Simplemente con los cambios de calificación hacia abajo que efectúan sobre la deuda de muchas compañías y algunos países Moody´s o S&P, los tenedores de esos activos ven bajar su patrimonio velozmente, ya que una baja en la calificación implica una pérdida de precio inmediata que empeora las condiciones para mercadear esos activos antes de que venzan .

En fin : no solo queda incertidumbre por un tiempo mas, sino también bastante trabajo para redefinir los modelos y fundamentos de las buenas inversiones.

Mientras tanto, conviene no escuchar el canto de la sirena.




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