El veloz rally desatado en los mercados de acciones globales este año llamó la atención de todos los inversores. Pero, con menos ruido mediático, el precio de los bonos corporativos también creció sin parar en lo que va de 2009.
Cuando se desató la crisis global a finales del año dos mil siete, los inversores se desprendieron de sus activos de riesgo, y buscaron refugio en instrumentos mas seguros, como los bonos del Tesoro americano. Esto llevó a que las empresas privadas que necesitaron tomar créditos en el mercado, pagaran retornos de hasta 20% a los inversores para que estos se decidieran a prestarles su dinero. Como resultado de ese proceso, quienes quieran hoy invertir en bonos corporativos deberán pagar altos precios por ellos.
Para algunos analistas estas son buenas noticias, que demuestran que el público perdió el miedo y que las empresas se encuentran lejos del colapso del crédito temido el año pasado.
Para otros, esta búsqueda de altos retornos por parte de los inversionistas está creando una nueva burbuja: esta es la de los precios de los bonos corporativos globales.
El riesgo ante esta situación sería que, si la economía real vuelve a mostrar debilidad, los tenedores de esa deuda corporativa desearan desprenderse de sus tenencias masivamente para volver a inversiones mas seguras, y por lo tanto los altos precios actuales de los bonos podrían verse muy castigados.
Y este entorno es probable, ya que no existen aún fundamentos de la economía que muestren una recuperación tan firme como para justificar los valores que muestran algunos bonos en el mercado.En busca de mas altos retornos, importantes flujos de fondos se dirigieron masivamente este año a la compra de los llamados “bonos basura” ”-de baja calificación crediticia y alto riesgo de default-, y no a aquellos títulos de crédito de mejor calidad de crédito.
Muchos inversores, que desde la crisis tenían sus fondos en los Money Markets a tasa casi cero, corrieron este año a sacar su dinero de esos instrumentos para invertirlos en deuda corporativa. Cerca de USS 265.000 millones ingresaron a los fondos de inversión de bonos durante 2009, quince veces más que el flujo de fondos que se dirigió al mercado de acciones.
Este “dinero fácil” dirigido masivamente a la compra de deuda corporativa “basura” es claramente una señal de peligro por los sobreprecios que se podrían estar pagando por ellos. La demanda de esos instrumentos financieros creció cerca del 50% este año, y pagan la mitad de rendimiento de lo que pagaban a principios de 2009, lo que demuestra cuanto han subido sus precios por efectos de la mayor demanda. Incluso empresas a las que tradicionalmente no les resultaba fácil conseguir inversiones del público, como casinos o empresas constructoras, está logrando fondearse sin dificultades, aunque a veces deban pagar tasas de dos dígitos para hacerlo.
También el mercado de bonos corporativos de buena calidad tiene fuerte demanda del público, y muchos de esos activos incluso han recuperado los precios que tenían antes del la crisis.
Ante este panorama de alzas las preguntas que en voz baja se escucha en el mercado son las siguientes :¿es sustentable esta suba de precios en los bonos corporativos?¿Está dando la economía muestras de recuperación tan fuertes como para justificar la gran demanda sobre estos activos ?.
Las respuestas las dará el tiempo. Sin embargo hay algunas señales de riesgo para tener en cuenta:
-Después de siete meses de alzas en los precios de las acciones los mercados han caído durante las dos últimas semanas.
-Durante septiembre, en EEUU; el desempleo aumentó, las ventas de casas usadas cayeron y la demanda industrial volvió a retroceder.
Para algunos analistas estos datos constituyen solo un respiro en el camino de la recuperación global. Pero otros creen que, si estas malas noticias indican un próximo retroceso económico, los inversores podrían volver a buscar refugio en activos mas seguros como los bonos del Tesoro americano.
Si esto fuera así, los compradores de bonos de mayor riesgo podrían ver caer fuertemente el valor de sus portafolios.Además las empresas se verían forzadas a pagar mayores tasas para financiarse, lo que impactaría negativamente en sus resultados, y en el valor de sus acciones.
Esta última idea es coincidente con el pensamiento de Nouriel Roubini quien cree que la economía se encuentra en un proceso de “U” y no de “V”,lo que implicaría que la recuperación de la economía puede sufrir retrocesos antes de consolidar su despegue.
En ese sentido, la baja en los rendimientos de los bonos del tesoro americano ocurrida durante los últimos treinta días consolida la idea de que los inversores se estarían poniendo nerviosos. La tasa de los bonos soberanos de EEUU a 30 años cayó por debajo del 4% la semana pasada, lo que mostraría un mayor deseo de vuelo a la calidad en las carteras de inversión.
Concomitantemente, Standard & Poor´s informó esta semana , que el número de dafaults empresarios ha crecido en todo el mundo durante el año 2009.Este dato muestra que las pérdidas de los bancos por malos créditos unidos a la baja rentabilidad que muestran las empresas ,constituyen señales de alerta para quienes quieran comprar deuda corporativa.
Conclusiones
Con el inicio del “veranito financiero” post crisis global, muchos inversores retiraron sus fondos del estado de hibernación en el cual se encontraban. Por lo tanto se activaron fuertemente las compras de acciones y bonos corporativos.
Esto llevó a que hoy en los mercados financieros globales surja el temor a que se están formando nuevas burbujas en los precios de los activos financieros.
Si así fuera, y la economía global volviera a tener problemas, los precios de bonos y acciones podrían sufrir importantes bajas.
Si un inversor compró bonos para especular con una suba en sus precios, deberá seguir con atención cualquier signo de temor frente a la recuperación de la economía global. Si esa sensación aparece, podría provocar una venta masiva de bonos corporativos para comprar activos más seguros, como bonos del tesoro americano. Entonces los precios de la deuda privada caerán.
Si, por el contrario, un inversor compró bonos corporativos de buena calidad para quedárselos hasta su vencimiento y beneficiarse con el cobro de los cupones de interés, una baja en su precio no lo afectará tanto. Recordemos que, salvo situaciones de default , al vencimiento de la obligación se devolverá al inversor el 100% del valor nominal del título, sin importar las fluctuaciones de precios que hayan existido en el camino. Por eso también puede ser importante comprar bonos “a la par” o bajo la par”.
Fuentes
New York times.
Wall street Journal
Bloomberg
sábado, 10 de octubre de 2009
Porque estan caros los Bonos Globales
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