miércoles, 25 de noviembre de 2009

La fuga de divisas en China: cuando no todo es como parece

Para entender en que negocios prefieren arriesgar su dinero los inversores globales, nada mejor que seguir la dirección del flujo de los capitales globales. Es decir de que mercado sale el dinero y hacia que mercado se dirige.


Así, cuando una economía registra gran entrada de fondos de inversión es totalmente lógico pensar que los inversores esperan obtener en ella rentabilidades interesantes. Contrariamente, cuando se registran salidas de fondos de algún país o mercado, es dable pensar que los inversores perciben más riesgos que oportunidades y prefieren retirarse del sector en cuestión, llevándose su dinero a lugares más seguros y rentables.
Y sobre esos dos escenarios mencionados, los argentinos sabemos bastante.

Sin embargo hay una tercera variante. En los países con estrictos controles de cambio y de entrada-salida de capitales, los inversores buscan alternativas marginales para llevar su dinero al exterior, y así obtener mayores ganancias que en su país de origen.
Esta última situación es la que enfrenta China.
Si, aunque cueste creerlo, el coloso asiático vive una “doble Nelson” en su mercado financiero: por un lado los bancos de ese país necesitan urgentes recursos para superar su descapitalización y, además, los ciudadanos “nuevos ricos” estarían desviando sus recursos hacia Hong Kong y Macao. Las razones de este goteo de dinero hacia esas dos plazas son sencillas: los grandes inversores de Mayland buscan mejores y más seguras oportunidades de inversión que las que encuentran en la región de la Gran Muralla.

Riesgos en el sistema financiero Chino

El organismo regulador de la actividad bancaria de Beijing intimó a los bancos del país a dar los pasos necesarios para adecuar sus menguados capitales a los requisitos normativos en vigencia. Y esto, so pena de sancionarlos en forma contundente..
La información señala que las entidades que no se adecuen a los requerimientos mínimos de capital en china, serían penalizadas con restricciones de acceso a los mercados y negativas a las solicitudes de aperturas de nuevas sucursales.

Si bien es cierto que las sanciones mencionadas en el párrafo anterior están legisladas desde hace tiempo, raramente son aplicadas. Pero ahora las autoridades de Beijing parecen seriamente preocupadas por al solvencia de las entidades financieras que operan en su país.
Y el Banco Central Chino tiene sólidas razones para sentirse alarmado. Durante el corriente año esa autoridad monetaria lanzó al mercado planes de estímulo al consumo por valor de más de siete trillones de yuanes (unos 1.8 trillones de dólares).Ese dinero llegó a los consumidores-personas y empresas- a través de créditos otorgados por los bancos chinos. Y muchos de esos créditos hoy son morosos o incobrables.
Por lo tanto, las empresas bancarias debieron castigar a pérdidas ingentes sumas de dinero por malos créditos que han hecho disminuir su capital.
Pérdidas crediticias y algo más.
El escenario de las inversiones suele ser un juego de suma cero. Por lo tanto, muchas veces cuando un bolsillo adelgaza es porque otra billetera engrosa.
Si siguiéramos con esta hipótesis cabría preguntarse si todas las pérdidas que hoy sufre el sistema bancario chino corresponden a los quebrantos por malos créditos o, de alguna forma, parte del dinero “perdido” habría “desaparecido” del mercado de Mayland para dirigirse hacia otras plazas.
Como fugar capitales de Mayland.
Para algunos analistas existe una fuga “por goteo” de capitales desde la República Popular China hacia otras plazas financieras vecinas. Y pruebas de esta situación serían el explosivo crecimiento de los precios en los mercados inmobiliarios de Hong Kong y del negocio del juego en Maccao. Esos dos “booms” serían alimentados por el dinero que sale de Beijing, desafiando las estrictas medidas de control sobre egreso de capitales y acceso a divisas extranjeras que enarbola el gobierno central.
Ejemplos acerca de cómo se aplicaría ese dinero fugado lo constituyen Hong Kong y Macao, dos territorios “administrados” por Beijing . Los precios de los inmuebles en HKong han subido casi un 30% este año, aunque esa región apenas se está recuperando de la crisis global ,lo que restaría razones a dicha explosión de valores.
Mientras tanto en la orilla de enfrente, los funcionarios que administran Macao discuten que hacer con las impresionantes ganancias que el juego está dejando en esa ex colonia europea. Según algunos analistas, los ingresos de Macao durante el trimestre agosto-octubre de 2009 ascienden a USS 1.580 millones de dólares. Este valor de por sí podría no decir mucho, pero adquiere relevancia cuando se aclara que el monto mencionado es el doble del que generó el negocio del juego en Las vegas –Nevada, en igual periodo de tiempo.
Y parecería que quienes pagan toda esta fiesta son los “nuevos ricos” de Mayland, ansiosos por poner el dinero a trabajar y también divertirse. Para algunos analistas ese dinero que fluye desde Beijing hacia Macao y HK, provendría de los planes de estímulo y el dinero fácil creado por el gobierno de Beijing.
Esa fuga de dinero se realiza a pesar de que el régimen que limita la salida de capitales implantado por Beijing alcanza a la “ regiones administradas” ya mencionadas. La maniobra a gran escala podría realizarse a través de cuentas en bancos off shore y del mercado paralelo de divisas, entre otros mecanismos de evasión de capitales.
Y también los minoristas tiene “oportunidades de inversión”.Cada familia china puede convertir yens en moneda extranjera hasta el valor de USS50.000 por año, y usarlos para vacaciones y compras fuera del país. Así que, si les queda algún dinero después de jugar en el casino, bien pueden abrir una caja de ahorros en el exterior y dejar allí sus reservas.
En resumidas cuentas así como el dinero entra a China a raudales de la mano de los inversores globales, también una parte de ese efectivo logra salir al exterior de la mano de los habitantes de ese país.


Fuentes.
Bloomberg.com 23-11-09
http://online.wsj.com/article/SB125892674691559713.html

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