lunes, 23 de noviembre de 2009

Porque el precio del oro puede seguir subiendo.

El oro se ha convertido en un actor central de las finanzas globales. Y esto es así porque tanto los bancos centrales del mundo como los inversores particulares refuerzan sus tenencias del metal amarillo. Por algo será.

A resultas de lo anterior, y desde hace tiempo, el preciado commodity ocupa un lugar importante en la cartera de la dama y en el bolsillo del caballero que puedan pagarlo.
Y ante tanta demanda compradora el precio de este activo financiero se elevó más del 65% (GLD) en el último año. O sea que entre las inversiones conservadoras es, y por mucho, la que más rinde en los últimos tiempos. Lo curioso es que, a pesar del enorme aumento en su cotización, tanto los bancos centrales como las personas siguen acumulando el metal en forma de barras (los mas afortunados), mexicanos, “chocolates”, etc. Y a nadie en el mundo se le ocurre vender sus tenencias de”buillon”, mas vale todo lo contrario.


Nueva “normalidad”

Hay un viejo axioma en la vida y en finanzas: todo lo que sube mucho y rápido, tiende luego a recorrer el camino inverso. Y esta frase, acuñada en los “tiempos normales” del mercado, tal vez deba ser revisada. Porque hay una “nueva normalidad” en la economía global y por lo tanto también en los mercados financieros, que se traduce en cuestiones concretas:

-los gobiernos emiten enormes sumas de dinero para paliar la crisis económica y financiera global, preocupándose más por el nivel de vida de sus ciudadanos que por el concepto ortodoxo de no generar inflación.

-el dólar en particular y las monedas en general ya no son totalmente confiables, y las personas y los gobiernos buscan activos de resguardo para mantener el poder adquisitivo de sus reservas.En este sentido, el oro se ha convertido en un activo apetecible para quienes quieren dormir tranquilos.

Hasta hace unos meses cuando el dólar se depreciaba el oro aumentaba, pero últimamente se empezó a notar el cambio en la correlación del oro con el dólar
Actualmente si el dólar estadounidense se aprecia, el oro también lo hace. Por lo tanto hay quienes piensan que ya el oro tiene “vida propia”, como una “suerte de moneda estable” de comportamiento independiente a otros commodities como las soja o el petróleo. (ver gráfico Adj.).

-la falta de puestos de trabajo generada por los efectos de la crisis global ha expulsado del mercado consumidor a millones de personas, con la consecuente caída del consumo y la producción... Por lo tanto los riesgos de aumento de desempleo y caída de ingresos persisten en gran parte del planeta. Entonces los consumidores que aun tienen buenos ingresos se encuentran mas propensos a ahorrar que a gastar y endeudarse.

Los datos de la realidad mencionados constituyen la “nueva normalidad”.




Que dicen y que hacen los grandes jugadores

Entre los fuertes demandantes de oro se encuentran los bancos centrales de muchos países. En este sentido India compró hace algunas semanas una importante cantidad de metal al FMI, lo cual en su momento empujó el precio del commodity por encima de USS 1.100 la onza troy. Para quienes pensamos que el “bullion” seguirá su carrera alcista la implicancia es clara: los bancos centrales descreen de la capacidad crediticia de otros gobiernos. Imaginemos por un momento que China siga los pasos hindúes y decida aumentar sus reservas de metal. Seguramente el precio del activo subiría mucho más aún. Y si los gobiernos siguen ese camino, los particulares seguramente los seguirán.

Incluso hay analistas que creen que el precio del metal llegará a límites que hoy resultan insospechables. Entre estas personas se encuentra Dylan Grice, de la Societe Genérale, quien sostiene que la declinación en la credibilidad de todas las monedas puede llevar el precio de la onza a USS 6.300.Para hacer esta afirmación se basa en la correlación histórica entre el valor del dólar y el del oro. El tiempo dirá si tiene razón en su apreciación o si, simplemente, compró demasiado metal y le encantaría que su precio aumente.

Una cosa es cierta. La FED, que es el mayor emisor de moneda individual global está ocupado en evitar la deflación de la economía americana y en bajar el desempleo; por lo cual probablemente siga emitiendo dinero quien sabe hasta cuando y hasta que monto.

Y si por un momento volviéramos a los tiempos del “patrón oro” en el cual cada dólar emitido debía contar con su correspondiente respaldo en metal, la cuenta sería preocupante. La base monetaria de EEUU es de US 1.7 trillones de dólares y ese país tiene 263 millones de onzas troy atesoradas. Por lo tanto el precio de conversión es de USS 6.300 billete por cada onza de oro.

Probablemente lo expresado en el párrafo anterior sea solo una especulación teórica, ya que las condiciones y el tamaño de la economía global superan exponencialmente a la de los tiempos del “patrón oro”.Pero la operación mostrada es matemáticamente correcta, y tal vez la veamos en el futuro en algún aviso publicitario de algún broker que venda oro.

Pero así como muchos pensamos que el precio del oro tiene espacio para crecer, otros piensan que se trata de una nueva burbuja.
¿Y cuales serían las condiciones para esa nueva burbuja?
-crédito fácil y barato.
-dificultades para reconocer la diferencia entre el precio de un activo y su valor económico real.
-un punto de ruptura en la credibilidad de los paradigmas vigentes hasta ese momento.

Y estos atributos existen hoy en los mercados globales y perfectamente podrían ser aplicados a la subida del oro. Aunque haya poco crédito disponible, es barato endeudarse, por lo tanto es rentable comprar oro con dinero de préstamos. El valor real del oro es transparente y fácil de conocer, a diferencia de los famosos “derivados financieros” que causaron la explosión sub-prime.Así mismo los inversores han perdido parcialmente su confianza en los bancos, debido a el comportamiento de esas instituciones durante la crisis.
Consolidando los puntos del párrafo anterior, hay analistas que piensan que el precio del oro es solo producto del miedo y la desvalorización del dólar. Por lo tanto cuando los temores a una nueva crisis global se atenúen y el dólar vuelva a recuperar valor, sería posible que el precio del oro volviera a caer.
Consenso y conclusiones.
Los gobiernos de los países desarrollados concentran sus mayores energías en lograr que las empresas y particulares tengan acceso la mayor cantidad de dinero posible como mecanismo para reactiva la economía y evitar nuevos defaults en la deuda privada. También los bancos centrales dan soporte a los mercados de acciones bonos y commodities manteniendo las tasas de interés en niveles cercanos a cero.
Pero hay un precio que pagar por esos gigantescos planes de estímulo generados a través de una enorme emisión monetaria. Y ese precio es la pérdida de valor de las monedas. Los inversores saben esto y tienen miedo a que el próximo escenario de crisis pueda ocurrir en el mercado de monedas globales.
En un contexto como el comentado en el párrafo anterior, el oro es ganador.
Por todo lo expuesto hasta aquí, algunos inversores globales piensan de la siguiente manera:
-quienes tienen oro, no lo venden.
-quienes tienen oro y además son optimistas en relación a un futuro aumento de precios del “buillon” aumentan marginalmente sus posiciones.
-quienes no tienen oro en sus portafolios, deciden comprar algo de metal. O sea que elijen cubrirse ante la desvalorización de las monedas y la potencial inflación, corriendo el riesgo de una eventual corrección en el precio del oro.
Como se verá hay dos puntos en común para las tres decisiones mencionadas: creer en el oro y tener dinero para comprarlo.

Fuentes

The Economist.com
The Economist.com/blog/buttonwood
Dylan Grice of Societe Generale

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