Foto en Rockefeller Center (gentileza de Lucia Holand)
Debido a las dudas existentes acerca de la estabilidad y el futuro a largo plazo de la economía de Europa, reaparecen en el mercado los temores acerca de la consistencia y capacidad de repago de la deuda soberana emitida por varias naciones del mundo, no solo las del viejo continente.
Antes del proceso de globalización cuando un inversor decidía comprar bonos de deuda de un país determinado le bastaba con entender la realidad económica de esa Nación en particular: su solvencia, sus garantías y comportamiento de pago. A partir de que los países del mundo se hacen mas interdependientes entre sí, se forman nuevos sub bloques y el capital financiero viaja rápidamente y casi sin límites entre los mercados se hace necesario un análisis más complejo a la hora de decidir a que país confiarle el capital de inversión.
Prueba este concepto lo que acontece con la deuda sub-prime, que si bien tiene su origen en EEUU el impacto negativo de su incobrabilidad repercute en la solvencia de muchos bancos y estados del mundo. Por lo tanto el concepto de diferencias de riesgo financiero entre las naciones desarrolladas y en desarrollo se torna mucho más borroso y difícil de separar.
A fines de noviembre del año 2009 el Dubai World, principal Fondo soberano del emirato de Dubai impulsa la reestructuración forzosa de sus pasivos, para lo cual posterga el pago de obligaciones por US 80 mil millones. En ese momento nos preguntamos en esta misma columna si se estaba ante un caso aislado de insolvencia nacional o, por el contrario, si se estaba perfilando la punta de un iceberg indicador del deterioro de algunas economías del mundo cuyo crecimiento estaría sobredimensionado en base a un fuerte apalancamiento con capital de terceros insostenible a largo plazo. Los 80.000 millones que el fondo dubaiti obligó a sus acreedores a refinanciar constituyó nada mas yo anda menos que un default soberano. Y esa misma amenaza de insolvencia se extiende hoy principalmente a Grecia, España y Portugal.
Entonces, es necesario analizar si estos reiterados y alarmantes síntomas de insolvencia de algunas naciones representan una nueva amenaza para el sistema financiero global en su conjunto.
No solo Europa está excesivamente endeudada.
La actual crisis de Grecia es solo un ejemplo dentro de Europa, ya que situaciones similares envuelven a los ahora famosos PIGS: Portugal, Italia, Grecia y España. Y el común denominador de las economías mencionadas es el alto nivel de endeudamiento público que tienen, y que supera el 100% de su Producto Bruto interno. Y, como amenazando entre bambalinas por el mismo problema, se encuentran las endeudadas economías de Inglaterra, Irlanda e Islandia.
Pero el cuestionamiento acerca de la solvencia de la deuda pública no se limita a algunas naciones de Europa, sino que alcanzan también a las dos economías más grandes del mundo, EEUU y Japón.
Por supuesto que estas dos ricas naciones se sienten mucho menos preocupadas que Grecia o Portugal por el monto de sus deudas. En el caso de EEU porque su moneda es aún la divisas de mayor presencia en las arcas de los bancos centrales del mundo, y además porque es por lejos la moneda de intercambio mas utilizada en el comercio global. Y en el caso de Japón , porque el país del sol naciente es acreedor neto del sistema financiero internacional, y poseedor de mas del 20% de los Bonos del Tesoro que emite EEUU.
Además conviene recordar que cuando se produce una crisis financiera, aunque esta tenga epicentro en estados unidos como la crisis sub prime, los inversores corren a refugiarse en el dólar americano; por lo cual el país del norte es todavía generador de suficiente confianza como para temer que los inversores quieran en el futuro inmediato salir corriendo de los US Treasury¨s.
Pero si existe entre los inversores es la sensación de que la deuda emitida por el tesoro americano no representa la misma seguridad y solvencia que hace tiempo atrás. Por lo tanto es de prever que en poco tiempo más, se empiece a cuestionar la calidad de “inversión libre de riesgo” de la deuda emitida por Washington, y que esto lleve a los inversores a pedirle mayor tasa a Ben Bernanke para financiarle sus necesidades.
Por las debilidades de las naciones desarrolladas, y también por propio mérito, va ganando mayor presencia y preponderancia en el portafolio de los inversores la deuda soberana de algunos países emergentes. Estamos diciendo, en síntesis, que los bonos soberanos de EEUU y el dólar siguen reinando, pero se debilitan progresivamente y tienen varios actores que le disputan esa primacía absoluta.
Y para volver a la actual crisis que enfrenta la UE, los inversores quieren ver como se comporta la alianza para ayudar a los países en problemas. Una cosa es que se les prometa apoyo a cambio de normas concretas de austeridad , y otra cosa es que Trichet se disponga a regalar dinero fresco para tapar los agujeros de las economías europeas en problemas.
En el caso de Grecia el mensaje de la UE al mercado es claro: la alianza ayudara si hace falta, con lo que cualquier especulador que quiera apostar contra el euro sabe que puede correr fuertes riesgos de pérdidas. El tiempo dirá quien gana
De todas maneras, los inversores esperan que tanto Grecia como España Y Portugal empiecen a realizar las reformas de estructura económica que tienen pendientes desde hace años, y que no pasan simplemente por achicar el gasto publico, sino también por modernizar sus economías y hacerlas competitivas en el mundo.
Pero también los inversores esperan reformas en Japón, cuya población económicamente activa envejece, a la vez que se estanca económicamente y reduce su ahorro interno. También la economía de EEUU requiere modificaciones estratégicas, ya que también este país ve envejecer su población, y además crece más lentamente y es gran deudor del sistema financiero internacional.
Para los EEUU las implicancias de su debilidad financiera de los últimos años es clara: el déficit fiscal americano crece sin parar y se estima que alcance a USS1.000 billones en los próximos diez años. En ese sentido, y para poner un poco de orden fiscal, el gobierno de Obama piensa cobrar mas impuestos a los que más tienen, derogar algunas exenciones impositivas y modificar el alcance algunos beneficios sociales.
Conclusión
Al inversor global le conviene tener en cuenta que la burbuja de endeudamiento público crea una situación de equilibrio altamente inestable en el mercado de bonos globales que es necesario seguir atentamente.
La historia económica nos enseña que el principal factor por el cual un inversor esta dispuesto a prestarle fondos a una empresa u estado es porque cree que su deudor está en condiciones de honrar sus deudas en tiempo y forma .Se sabe que el dinero es cobarde, por lo tanto las expectativas y confianza de los inversores son muy volubles, y es difícil predecir en que momento esa confiabilidad desaparece; por eso no se puede predecir en que momento puede producirse una crisis de deuda. Quienes financian a EEUU no van a salir corriendo de sus inversiones en ese país inmediatamente, pero los inversores miran que otras alternativas de inversión existen en los mercados emergentes, como una manera de repartir su riesgo.
Y la Reserva Federal americana conoce esa sensación de cautela de quienes financian el déficit americano, por lo cual EUU va a tener que ofrecer tasas de interés más altas para retener los fondos que recibe. Y esto empuja las expectativas de alza de los tipos de interés en la cabeza de los inversores globales.
Fuentes: Wall Street Journal.-Nouriel Roubini
Bloomberg.com
sábado, 13 de febrero de 2010
¿Deuda Soberana o soberano endeudamiento?
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