Para salvarse del naufragio de la economía y los mercados financieros, en el año 2008 muchos inversores volcaron su dinero a comprar oro. Y los resultados obtenidos muestran que, además de protección, se obtuvieron rentabilidades record con esa decisión.
¿Será momento de tomar ganancias y retirarse de la apuesta a ese metal? ¿El precio actual será su techo o, peor aún, comenzará a perder valor de cotización?
Por lo expuesto, responder a estas preguntas tendría singular importancia para el patrimonio de cada persona.
Un primer indicio sería reconocer que, a los importes actuales, existen muchos mas vendedores que adquirentes de ese capital en las plazas globales. Y esto es así a pesar, o porque, la insaciable demanda de los últimos dos años llevó el precio desde menos de USS700 la onza en el año dos mil siete a más de USS1200 en mayo de 2010.Y estos montos, aún ajustados por la inflación de EEUU, son los más altos de los últimos treinta años. (1)
En la vereda opuesta hay quienes piensan que las valuaciones seguirán en acenso. Así se expresó, por ejemplo, el portavoz del Erste Bank of Austria (uno de ls entidades mas grandes de ese país que cuenta con ciento noventa años de experiencia en el mercado) al señalar que espera un pico de USS 2.300 para el año 2012 en razón de que los países del mundo buscarán aumentar sus reservas del mineral.
Razones para atesorarlo
En primer lugar la adquisición y tenencia tienen un bajo costo de oportunidad. Porque , a pesar de que no paga dividendos como las acciones o renta de cupones como los bonos, los bajos rendimientos actuales de otras inversiones alternativas hacen interesante la tenencia del mineral, el cual “se puede tocar” para calmar ansiedades, y además es una cuasi moneda de cambio inmediato, no una promesa de pago como otros activos financieros.
Por otra parte la abultada emisión monetaria de los bancos centrales del mundo hace temer un rebrote de la inflación a mediano plazo o, mucho peor aun, el incumplimiento de las obligaciones de pagos de las deudas soberanas. Así mismo, y con tanto papel moneda circulante, sería difícil creer en la consistencia de alguna divisa de las convertibles en el planeta.(1)
Y aunque desapareciera el temor sobre algunos de los factores mencionados, para muchos la cotización de la riqueza amarilla continuaría en ascenso ante una potencial mayor demanda de chinos e indios, poblaciones tradicionalmente amantes de las joyas de esa especie.
Todos los argumentos ofrecidos hasta ahora se ubican en el costado de la demanda. ¿Y que sucede desde la oferta?
La nueva producción inorgánica bajo análisis, debería surgir de las explotaciones mineras pero su producción se encuentra estancada o en baja. Y esto se debe tanto a mayores costos de explotación por agotamiento de las existencias cercanas a la superficie, como a la imposibilidad política de acceder a regiones vírgenes en la materia como Sud África. Otros potenciales proveedores serían las reservas de los bancos centrales del mundo, sin embargo la política de estos organismos muestra que, por ahora, prefieren conservar sus existencias del material áureo.
Porque moderar las tenencias de en el portafolio
Gran parte de los mayores pedidos de este producto de la naturaleza provienen tanto del temor sobre el futuro de la economía como de requerimientos especulativos, permitidos por las mínimas tasas de interés globales bajo las cuales es posible endeudarse a bajo costo para hacer apuestas financieras.
¿Qué pasaría si el panorama de la producción global se normalizara, o si las tasas de interés retomaran un ritmo alcista?
Entonces el hoy refulgente activo carecería de nuevos compradores, salvo para la industria joyera, por eso y para algunos su valía creciente constituiría la “mayor y más larga burbuja en la historia de la humanidad”.
En consecuencia las apuestas en fondos respaldados en “buillion” (ETF) llegaron a un record en el año 2008, plusmarca duplicada durante el año dos mil nueve. Como ejemplo del exponencial crecimiento de stocks digamos que John Paulson, administrador de uno de los mas renombrados “Fondos de Cobertura” (Hedges Funds) globales, resguardó USS3.000 millones en el metal dorado
Prestar atención a las señales
A consecuencia de todo lo expuesto hasta aquí, y a modo de resumen, sería importante responderse tres interrogantes para entender el futuro en la valuación del metal.
¿Por cuánto tiempo los grandes jugadores globales seguirán apegados a la inversión que estamos analizando? Si las perspectivas de inflación y el descreimiento acerca del valor del papel moneda pudieran contenerse ,entonces la razones para mantener fondos en un activo que “per se” no genera rentas ni ganancias perderían sentido.
Si la demanda “de refugio” disminuyera ¿las necesidades de la industria joyera serían suficientes para mantener los precios en sus niveles actuales? Para que ello sucediera los mayores compradores actuales, China e India, deberían triplicar sus compras actuales. Como se ve algo difícil de lograr
Y si las cotizaciones siguieran altas ¿podría aumentar la oferta global? Probablemente en un entorno de cotizaciones en alza, el sector minero tendría margen suficiente como para aumentar sus inversiones en busca de nuevos yacimientos.
Si la economía y las finanzas globales retornaran a un sendero de (nueva) normalidad, la oferta y demanda de oro también lo harían, pero mientras los inversores desconfíen de la solidez de las deudas soberanas, exista miedo a la inflación o a la fragilidad de las monedas, el objeto que ilusionó a todos los piratas de antaño tendrá fuertes chances de mantenerse deseada.
En otras palabras y como estamos invierno, no digo llevarse el sobretodo, pero si algún abrigo por si refresca demasiado.
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(1)The Economist
(2)Willem Buiter –Economista Jefe de Citigroup
miércoles, 28 de julio de 2010
Pespectivas para el oro
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