Mientras la producción y el consumo en los países desarrollados oscilan entre las bajas expectativas de crecimiento y los temores de caer en una nueva recesión el Dragón de oriente se esfuerza para lentificar su desarrollo. Y es la realidad aunque el panorama pintado por los datos del Buró Nacional de Estadísticas chino se esfuerce en demostrar lo contrario.
En ese sentido el organismo gubernamental asiático señaló la semana pasada, que la producción del país creció un 10,3% durante los últimos doce meses, lo cual representa una baja frente al 11,9% del período marzo 2009/marzo 2010.Sin embargo ,y aún con esa merma de rendimiento, China generará en el año 2010 cuatro veces mas riqueza que los países del llamado Primer Mundo.
Pero además ese ritmo de desarrollo mas pausado fue buscado por Beijing, que busca de esa manera evitar los riesgos potenciales de inflación. Por lo tanto el Banco central Chino reviso a la baja sus expectativas de crecimiento en los precios a menos de 3% anual.
El problema de aumentos de valores en el país de la Gran Muralla históricamente tuvo su centro en los alimentos, especialmente vegetales y frutas. Sin embargo durante el último tiempo el foco de atención se posó en el imparable aumento de los valores de las propiedades y del volumen de los créditos hipotecario, factores que se combinaron para generar una burbuja inmobiliaria.
La desenfrenada alza en el precio del metro cuadrado de construcción amenazó con desestabilizar las finanzas tanto del estado como de las familias. Y el mayor esfuerzo de gasto necesario para adquirir una vivienda llevó a complicaciones fiscales gubernamentales tanto como a mayores demandas salariales por parte de la población.
También el crecimiento de los montos de las casas y edificios se fundamenta en razones especulativas, por lo cual el gobierno de Hu Jintao accionó sobre el mercado inmobiliario aumentando las tasas de los créditos hipotecarios y la suma del pago inicial necesario - no financiable- para adquirir inmuebles.
Por otra parte desde el estado se indicó a los bancos que estos podían incrementar sus exposiciones crediticias conjuntas-total del sistema- no mas allá de USS1.1 Trillones (7,5 trillones de Yuans), monto que parece muy importante pero que es un 22% inferior a la asistencia crediticia otorgada durante el año 2009.Así mismo los reguladores limitaron las posibilidades de asociación entre las empresas constructoras y las entidades financieras. Esas alianzas determinaron en el pasado que los recurso de los bancos fueran canalizados fuertemente a al actividad inmobiliaria en detrimento de otras líneas de préstamos.
Por consiguiente, y debido al efecto conjunto de esas medidas oficiales, el valor de los “ladrillos” disminuyó levemente desde abril a la fecha y, como es lógico, el ritmo de trabajo de la industria de la construcción también cayó.
Sin embargo el gobierno chino confía en que el ritmo de creación de nuevas edificaciones retome su impulso creciente, pero sin que la mayor demanda genere tensiones inflacionarias inconvenientes para el estado-que financia las obras- y para los particulares. Para ello tratará de aumentar la oferta de metros cuadrados a los compradores genuinos-familias-,desalentando con las medidas financieras comentadas a aquellos que adquieran propiedades con fines especulativos.
Además para alcanzar esos objetivos el gobierno oriental conminó a las administraciones oficiales de las provincias a construir seis millones de nuevas viviendas durante este año, todo eso con el fin de aumentar la oferta .
Al inicio de esta columna comentamos que, para China, la lentificación del crecimiento podría ser una buena noticia. Agreguemos que fundamenta esa opinión el hecho de que todo el aparato productivo chino se encuentra trabajando al máximo de su capacidad, con lo cual un desborde en los precios (inflación de demanda) por mayor consumo de sus habitantes sería bastante probable.
Y con las medidas tomadas hasta ahora, Beijing parecería estar alcanzando su objetivo de “enfriar” levemente la producción nacional sin necesidad de producir alzas desmesuradas en las tasas generales de interés ni depreciar fuertemente el Yuan en relación al dólar. Y así lo demuestra la evolución de los índices macroeconómicos ya que el crecimiento del PBI del primer cuatrimestre 2010 puede considerarse como muy bueno solo si se lo compara con los pobres rsultados de principios del año 2009.
Lo expuesto hasta aquí merece recordar que , mientras la Unión Europea y EEUU debaten como salir de su crisis recesiva y de endeudamiento, el continente asiático empujado por China tiene la mirada puesta en el crecimiento de su riqueza , y en la forma de contener los efectos no deseados de tal situación (inflación).
Y esa conclusión se alinea con una estrategia para las inversiones financieras globales, la cual indica que en el año 2010 a algunos países emergentes les irá económicamente-mucho- mejor que a EEUU y a este país mejor-quizá y por poco margen- que a Europa.
miércoles, 4 de agosto de 2010
La economía china se diferencia del mundo
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