En junio de este año, y a poco de iniciarse la reunión del Grupo de los 20 en Canadá, el Banco Central de China comunicó la intención de flexibilizar su política cambiaria y permitir de esta manera una (relativa) flotación del Yuan frente a las demás divisas globales. Finalizaría de esa manera la aplicación de una estrategia, iniciada en la crisis global del año 2008, por la cual el valor del Renminbi lo determinó directamente la autoridad monetaria con la premisa de defender la capacidad exportadora del Dragón.
Para implementar dicha estrategia que beneficiara sus ventas al exterior, Beijing mantuvo deprimido el valor del Yuan frente a todos los signos monetarios del mundo, sobre todo frente al dólar de EEUU, principal comprador de los productos manufacturados en la nación asiática.
Así las cosas sobre el final del año 2009, y menguados los efectos del convulsivo período que castigó a las economías y mercados del mundo, Estados Unidos y otros países volvieron a presionar a China para que revalorice su moneda con el objetivo de lograr un reparto del comercio global mas equilibrado. En otras palabras, el objetivo buscado era que el Dragón exportara menos y el resto de los países del globo pudieran acrecentar sus volúmenes de ventas al exterior.
Sin embargo, y a juzgar por el comentario del diario de finanzas Wall Street Journal, esa meta buscada se encuentra cada vez más lejos de hacerse realidad. En ese sentido el conocido órgano financiero comentó últimamente que el superávit comercial chino correspondiente al mes de julio de este año fue el mas alto de los últimos 18 meses y alcanzó a casi USS 28.000 millones, un treinta por ciento mayor al del mes anterior y muy superior al esperado por los analistas.
Relacionado con lo anterior el Instituto chino de estadísticas (China Nacional Bureau of Statistics ) señalo que, contrariando todos los pronósticos, las exportaciones a Europa crecieron en el último año un 38,3%.Incluso durante los recientes meses de junio y julio de ese año, y con un escenario de debilidad en su economía, la Unión Europea mantuvo en alza su demanda hacia los productos del dragón.
Por el contrario el déficit comercial de EEUU se profundizó alcanzando en el séptimo mes del año USS 40.000 millones, lo cual generó nuevos reclamos del Capitolio para que Beijing profundice el ritmo de apreciación de su moneda esas presiones de los congresistas no serían ajenas las próximas elecciones en el país del norte
Por otra parte también es en parte real el –contra- argumento de Pekín, en relación a que los buenos números de su balance de comercio internacional se deben también a su menor nivel de importaciones, las que disminuyeron durante el mes de Julio.
Y esto resultaría un claro indicador de otra realidad impactante: el nivel de demanda interna de productos importados por parte del dragón estaría recortándose, y esto sería el resultado de medidas adoptadas por Beijing para enfriar la economía, atacando sobre todo la especulación en el mercado inmobiliario, que durante los últimos dos años elevó el valor de las propiedades a valores desproporcionados con el crecimiento del resto de los indicadores económicos.
Debido a dichas medidas contractivas oficiales, la industria de la construcción en el país asiático mostró últimamente un descenso en su actividad, lo cual produjo también una menor demanda de materiales básicos en el mercado interno.
La inversión privada en el rubro creció un 33% durante los últimos doce meses lo cual, a pesar de ser un valor significativo, muestra un avance mucho menor en la oferta de metros cuadrados con respecto a la existente años anteriores.
Y la merma mencionada dista de ser casual, ya que el Banco Central de China elevó las tasas de interés para los préstamos hipotecarios, y a la vez disminuyó los porcentajes a financiar sobre los valores de los inmuebles. Como resultado de esas decisiones, las ventas de ladrillos decayeron un 29% durante el séptimo mes de corriente año.
Sin embargo, y a pesar de la retracción en las transacciones inmobiliarias, los precios no se modificaron en los mayores centros urbanos chinos. Mas y mas aún, dichos valores crecieron un 10,3% durante los últimos doce meses, lo cual muestra las dificultades para contener la inflación en el país asiático.
Por lo expuesto, se espera aún mayor firmeza por parte de Pekín para doblegar la resistencia a la baja de precios de las viviendas, lo cual seguramente llevará al gobierno a establecer tasas de interés más restrictivas y menor oferta de financiación para el sector. En función de lo expuesto los analistas piensan que los precios de los inmuebles continuarán en descenso, al menos en los principales centros urbanos chinos.
Mencionamos al inicio de nuestra columna que el gobierno chino se presentó a la última reunión de las veinte naciones más poderosas del mundo (G 20), alegando que instrumentaría un proceso para permitir cierta flotación de su moneda, y dejar así que el precio del yuan se apreciara contra el resto de divisas globales.
Entonces, y con dicho anuncio, Beijing logró eludir el acoso de otras potencias en las iluminadas marquesinas de la conferencia de Canadá, las cuales le exigirían tomar cartas en el asunto.
Sin embargo, y dado que el yuan se revalorizó solo un 0,77% desde entonces, parecería que al Dragón le falta aportar hechos concretos que complementen a sus palabras de entonces ,de manera tal de colaborar en la búsqueda de mayor equidad en el intercambio comercial internacional.
viernes, 13 de agosto de 2010
Yuan versus dólar. La lucha continúa
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