El mes de enero se caracteriza por mostrarnos extremos de temperatura con frío, y mucho, en el hemisferio norte y calor sofocante por nuestros pagos.
Y, parecería, que las opiniones de los analistas de inversiones globales se encuentran sesgadas también por dicha amplitud climática, entones, dichas ponencias se encuentran polarizadas acerca de que podría suceder en el futuro próximo con temas cruciales como la inflación y las variaciones de los tipos de interés en el mundo.
Entonces trataremos de entender esas posiciones totalmente divergentes y, lejos de establecer un sesudo análisis macroeconómico, pondremos la intención en distinguir cuales serían los riesgos-oportunidades para el inversor global y, además, daremos un punto de vista acerca de como posicionar los portafolios de inversión ante la coyuntura y el largo plazo.
Deshojando la flor.
Los riesgos relativos a aumentos de precios más allá de lo esperado en muchos países desorientan a los mercados y, por lo tanto, ya circula en ellos una pregunta clave en relación a la región cuya economía muestra mayor debilidad actualmente ¿cuando comenzará el aumento de tasas en la eurozona e Inglaterra?
Y tal incógnita esconde otro temor más profundo ya que, si esos acontecimientos sucedieran en el corto plazo, impulsarían similar actitud en otros gobiernos el mundo que ven aumentar loas precios de su mercado interno con la consecuente pérdida del valor adquisitivo de la moneda.
Por otro lado, en EEUU, muchos se preocupan por el potencial aumento de los precios a largo plazo y exhiben, como prueba de ello, el diferencial record existente entre el rendimiento de la tasa de los bonos de veinticuatro meses versus los de treinta años. Ese amplio margen demostraría los riesgos de inflación y alzas de interés que se visualizan en el horizonte.
Mientras tanto en China también preocupa el alza de los valores de productos básicos como alimentos y combustibles ya que, si bien tal curva se atemperó últimamente, se espera que los mismos se desperecen el primer cuatrimestre de este año.
Danza de opiniones.
Quien abrió el fuego de inquietudes sobre dichos temas la semana pasada fue el “zar” de los mercados de renta fija, nos referimos al legendario Bill Gross, jefe máximo del mayor fondo de bonos del mundo, quien afirmó que la inflación llegará mas temprano que tarde con un ejemplo claro: China se encuentra en un fenómeno de aumento de consumo de productos básicos y ese proceso es irreversible en el largo plazo. Y lo mismo sucede en otros países, como India, los cuales demandarán cada vez más productos, sobre todo, alimentos.
Por lo tanto, y para cuidar que el valor de los activos financieros se mantenga en valores constantes, sugirió invertir en securities linkeadas con la inflación y, mejor aún, posicionarse en países con altas tasas de interés internas.
En otras palabras, insinuó la conveniencia de correr ciertos riesgos cambiarios y destinar dinero a bonos brasileños, dichos activos hoy tienen un diferencial de tasa de casi 10% en relación a los de EEUU y, por cierto, demostraron hasta ahora buen cumplimiento de pagos.
Desde el lado opuesto de la biblioteca Jim Rogers, un reconocido operador de commodities globales, se posicionó “corto” en mercados emergentes y, por lo tanto, apuesta a una baja en esas regiones.
Por supuesto, también, llevó agua hacia su molino al aseverar que la mejor opción sería comprar commodities ya que, según su apreciación, si la economía del mundo continúa su mejora esos activos subirán de precio por mayor demanda y, en caso de que los números globales empeoraran, los gobiernos emitirán mayor cantidad de dinero y eso también será bueno para el valor de esos productos.
A su vez el broker sugiere que el euro recupera posiciones ya que Alemania se hará cargo de estabilizar esa moneda, un comentario que además de audaz no abundó en fundamentos que lo avalen.
Y, por si hiciera falta el sonar de otra campana, el veterano administrador de fondos inglés Anthony Bolton abandonó su retiro de Fidelity Investments y partió hacia China. Y, desde ese mercado, dejó en claro su visión optimista acerca de la futura evolución de los mercados emergentes y que la inflación mantendrá su vuelo a ras del piso en el mundo. Por otra parte confirmó su pronóstico en relación a que el mercado de acciones tiene aún un camino de crecimiento por delante.
Y en relación al Dragón aceptó que existirán “apretones monetarios” y aumento de tasas de interés, pero que serían lentos y graduales, por lo cual a corto plazo no afectarán sensiblemente a los mercados.
Del otro lado del mundo, en EEUU, un informe de la firma “Research Affiliates señaló la conveniencia de comprar ahora productos que protejan contra la inflación, porque están relativamente baratos. Y recomendó también invertir en mercados emergentes y en bonos de alto rendimiento (High Yield Bonds).
Sin embargo existen muchos detractores de esa idea para quienes, apenas las tasas en el mundo comiencen a subir el segmento de bonos de “alto rendimiento” verán menguar sensiblemente sus precios. Y dentro de ese espectro, recordemos, se encontrarían también los títulos de deuda de países como el nuestro.
Conclusiones
Trataremos de sintetizar cual sería el mejor curso de acción para este momento en el cual, nuevamente, la duda constituiría la única certeza.
Lejos de una fórmula mágica-¡ojala la tuviéramos¡- una actitud razonable sería diversificar muy bien las inversiones para enfrentar la variedad de acontecimientos posibles y ,para ello, nada mejor que recurrir a activos financieros que abarquen a la mayoría de los mercados del mundo, con variedad de bonos , acciones y distintas monedas.
Además, convendría olvidar la vieja fórmula de “sentarse sobre los activos” para observar tranquilamente como evolucionan o, tener presente, que hoy es necesaria una activa administración de las carteras de inversión.
¡En otras palabras y como reza el dicho, camarón que se duerme se lo lleva la corriente!
lunes, 24 de enero de 2011
Nuevas oportunidades y riegos:Tasas y monedas
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