Diariamente los administradores de fondos de inversión, cuyo trabajo puede ayudar a que los ahorristas ganen dinero, se sientan frente al mapa del mundo y chequean la consistencia de sus decisiones financieras relacionándolas con la evolución de los sucesos políticos y económicos globales.
En ese sentido podemos estar seguros que hay dos focos que actualmente cautivan su atención: la evolución del precio del crudo y las amenazas de nuevas situaciones complicadas en Europa. Las demás variables de riesgo, como la crisis de Japón, ocupan un lugar importante pero secundario en el cerebro de los analistas de activos de inversión.
A la vez “el problema grave“ de la provisión petróleo se encuentra fuertemente focalizado en algunos países de Medio Oriente y África, y algunos analistas confían en que los contingencias en la provisión de combustible se podrían controlar de alguna manera.
Mientras tanto los peligros por los que atraviesa la Unión Europea, con su sistema financiero a la cabeza, son estructurales y más difíciles de contener debido a la diversidad de intereses entre los países ricos y pobres de la alianza, como así también por la pluralidad de naciones y grupos sociales en pugna.
Y habría que sumar a lo antedicho que los planes de ajuste fiscal aplicados por varios gobiernos de la región no hacen, al menos por ahora, más que empeorar la situación y constituyen, por lo tanto, una verdadera amenaza a la recuperación global.
En consecuencia, por ejemplo, hoy Portugal debió pagar entre 8 y 9% para conseguir fondos en el mercado internacional, lo cual representa similar tasa de rendimiento que la del bono argentinos Bonar X, o sea que a esa nación que está bajo el paraguas de la UE se la considera casi en el mismo nivel de riesgo que a un país Emergente.
En ese sentido, y parecería que rendida ante las evidencias, la calificadora S&P rebajó la calificación de la deuda portuguesa al mínimo nivel de “grado de inversión” que es –BBB. Vale aclarar que, un escalón más abajo de ese rango, los bonos se convertirían en “especulativos” y el costo del endeudamiento para el país sería aun más gravoso.
Nuevas repercusiones de viejos problemas
Según la opinión de muchos analistas los ajustes fiscales que soportan Portugal, Grecia, y España tienen como objetivo principal el lograr que esos estados, y otros tanto de Europa, generen recursos fiscales suficientes para poder pagar sus deudas a los bancos acreedores y así evitar, supuestamente, una crisis del sistema financiero de la UE.
Sin embargo el remedio aplicado está lejos de producir efectos curativos y, por tanto, muchos bancos europeos presentan nuevas dificultades.
Concretamente, y a fin de adecuarse a los requerimientos de la normativa bancaria europea llamada “Basilea III”, las entidades de esa región se ven en la necesidad de tomar fondos del mercado mediante la emisión de bonos de largo plazo por USS 3.2 trillones, con el objetivo de mejorar su liquidez y solvencia, tal que se prevenga otra crisis financiera como la de los años 2008/2009.
Pero, contradictoriamente, las compañías aseguradoras del continente, que son las mayoritarias compradoras de esos títulos se ven imposibilitadas de adquirirlos, también por presión de los reguladores.
Por tanto el doble mensaje es pedirles a los bancos que capten fondos del mercado a largo plazo mediante la emisión de deuda y, por otro lado, decirles a sus principales clientes que no compren dichos instrumentos financieros.
Y todo esto resulta un serio problemas para los bancos ya que, obstaculizado el acceso a los fondos de las empresas, difícilmente logren fondearse a tres o cinco años de plazo entre sus clientes minoristas (“retail”).
Y la situación se torna más compleja si se tiene en cuenta que la nueva normativa exige a las entidades bancarias que mantengan en caja o inversiones líquidas el efectivo suficiente para atender las potenciales demandas de dinero de sus clientes hasta un año vista.
Por tanto y dada la compleja estructura de financiación implementada por las autoridades, dicen algunos bancos, a mediano plazo tendrán un déficit de caja de, nada menos, USS 2 trillones. Y, como para tener una idea de la magnitud del problema, se puede decir que dicho monto representa más de seis veces el PBI de Argentina.
En síntesis: mientras la demanda de nuevos capitales aumentará, la oferta del mercado irá en disminución debido en buena medida a contradicciones de la normativa vigente.
Los mercados reaccionan
Como consecuencia de todo lo anterior las acciones de la mayoría de los bancos europeos registraron el martes 29 de marzo bajas de hasta el 6% en sus cotizaciones.
En ese sentido voceros de la Unione di Banche Italiane ScpA, que es el cuarto banco de Italia, comentaron que el sector bancario necesita más capitales y el proceso (de conseguirlos) aún no terminó.
En otras palabras, más allá de las palabras protocolares, la banca europea necesita más capital, y conseguirlo es tarea difícil.
Prueba de esa complicación puede darla el Lloyds Banking Group, mayor banco hipotecario del RU, dado que según algunos analistas la mitad de su fuente de financiación mayorista (USS298.000 millones) tiene un vencimiento menor a un año, mientras su cartera crediticia es de mediano y largo plazo, por lo cual se produce un fuerte “descalce” entre sus activos y pasivos.
Los hechos más allá de las anécdotas
Desde finales de la crisis global del año 2008, y también durante el año 2009, la banca europea dio muestras de debilidad que hicieron dudar de la solvencia de algunas entidades, sino de todo el sistema.
Y, aunque sus voceros en los medios de comunicación y distintos foros internacionales se aplicaran en desmentirlo, las medidas económicas de ajuste fiscal tomadas por las autoridades de la UE no alcanzaron para consolidar a las entidades.
Distinto camino siguió EEUU, que aplicó políticas de expansión del gasto para mejorar el consumo, nacionalizando (discutiblemente) las pérdidas de muchos grandes bancos de su país.
Y a juzgar por lo visto hasta ahora, tómese con carácter reservado y provisional, parecería que la política americana conduce a mejores puertos que la europea.
jueves, 31 de marzo de 2011
¿Como afectará la renovada crisis en Europa a la economía Global?
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