lunes, 6 de junio de 2011

El oro, un commoditie que conservará su brillo

Los vientos de nuevas tormentas se yerguen sobre los mercados.
Así, mientras las acciones americanas bajaron más del 3% durante las últimas semanas ya hay quienes pregonan que tamaño descenso continuará hasta superar el dígito de caída.

Y, si se mira hacia Europa, muchos operadores discuten en que momento Grecia reconocerá oficialmente que hace más de un año se encuentra en default, mientras se espera saber que pasará luego con aquellos otros países de la UE que también están muy endeudados y con alto desempleo, al igual que los helenos.

Y aquellos que piensan en Asia como mercado potencialmente atractivo para invertir su dinero también tienen en cuenta que
, actualmente, las opiniones son contradictorias acerca de cómo evolucionarán los mercados bursátiles de esa región.

Sobre todo porque existen dudas sobre la evolución a corto plazo de China, verdadera locomotora de los centros bursátiles de esa región.

Por lo tanto los optimistas opinan que, debido a la mano de obra barata y el superávit comercial record, los precios de las acciones tenderán al alza, mientras que los pesimistas opinan que la desaceleración de la economía mundial alcanzará también al coloso de Asia.

Y a pesar de tantos temores y dudas, o tal vez gracias a ellos, existe un activo financiero cuya suba se mantiene constante desde hace años.

Nos referimos, nuevamente, al oro.

¿Cuales son las claves para entender el futuro de las cotizaciones del metal amarillo?.
En esta columna trataremos de desentrañarlas.

El gran ganador de los últimos años

En relación a este punto sería bueno recordar que, ya desde el año 2005, en Wall Street se hablaba de una “burbuja del oro”.

Sin embargo en ese momento el commoditie cotizó a USS500 dólares la onza, mientras que hoy vale USS1542, es decir que superó en más de tres veces aquel valor que registró seis años atrás.

Y, si se comparara dicho aumento con el recorrido de los índices accionarios de EEUU durante los últimos cinco años, se verá que el metal amarillo dejó atrás y por lejos a esas otras alternativas de inversión.

Por cierto, algunos dirán que otros commodities crecieron de valor aún más que el oro durante el último año. Por ejemplo la plata aumentó 82% o el Paladio más de un 90%.

Pero también es real que son pocos los inversores privados- pequeños o medianos- que se animarían a invertir una porción significativa de su portafolio en esos metales, mientras que el oro-físico o Índice- cuenta con un club creciente de adeptos, y por eso su mercado es líquido y bastante transparente.

El valor del miedo en la actualidad.

Una hipótesis muy difundida y aceptada es que cuando redoblan los tambores de Armagedon, la cotización del oro se dispara. Por tanto no es el amor sino el espanto el factor que dinamiza buena parte de la demanda

Y si se contrastara la realidad actual con dicha teoría esta última se confirmaría ampliamente, debido a los temores de una nueva recesión global, la existencia de tasas de interés negativas en términos reales y el aumento de los abultados déficit fiscales de los países maduros.

En ese sentido, por ejemplo, el gobierno norteamericano informó que el exceso de gastos para el año 2011 totalizará 1500 millones dólares.
Y la historia señala que ,cualquiera sean las medidas de corrección que se tomen para poner en caja esos desvíos, pasarían años antes de que dicho objetivo se lograra, durante los cuales de todas maneras la pérdida de valor de la moneda y la inflación serían datos omnipresentes en la economía del país del norte.
Además a esos factores debería sumarse el riesgo que la deuda de ese país pierda el paradisíaco raiting “libre de riesgos”, que supo mantener durante décadas y cuya dilución causaría consecuencias que hoy resultan imposibles de evaluar.

Todas esas verdaderas luces rojas, sumadas a la debilidad que muestra Europa, presagian un largo período de sentimientos de inseguridad en los mercados del mundo, lo cual es un condimento muy valioso para que se mantenga alto el valor del metal precioso.

La suerte de los nuevos ricos.

Otro factor que acelera los requerimientos de oro es el que se refiere a la demanda de la industria de la joyería, cuyos pedidos representaron el 54% del consumo total del metal durante el año 2010.

Y eso se debió a que buena parte de los consumidores de las economías emergentes registraron incrementos en sus ingresos, y decidieron gastar parte de ellos en joyas y adornos de material precioso.

Dese modo quienes encabezaron el lote de “nuevos ricos” fueron Hong Kong, China y Rusia, países que en conjunto representaron el 60% de las compras totales de joyería registradas el año pasado.

Es que parecería que en Asia, según cuenta la leyenda y muestran las estadísticas, quienes quieren y pueden gustan de agasajar a sus amistades y seres queridos regalándoles ornamentos y piezas preciosas manufacturadas en el metal amarillo, antiguo símbolo de poder y riqueza.

Sin dudas que esa situación podrá sonar banal o al menos difícil de aceptar en este momento por algunos los países maduros, dado que muchos de los cuales se encuentran en situación económica crítica.
Pero resulta mas creíble y entendible la realidad si se recordara que los mercados emergentes generaron el mayor aumento de riqueza global de los últimos años y, con ello, dieron lugar a la aparición de nuevos segmentos con poder adquisitivo suficiente para acceder a los productos de lujo y alto confort.

Perspectivas a futuro.

Según los fundamentos comentados y la opinión de diversos analistas, entre los cuales nos encontramos, sería de esperar que la demanda de oro se mantenga muy fuerte, al menos durante el próximo bienio.

Y eso sucedería casi como un reflejo de las malas o buenas políticas monetarias y fiscales que se implementen. Ya sea como resguardo de patrimonio o satisfacción de nuevos deseos de consumo.

En el caso de Asia, con China a la cabeza, la demanda permanecería firme ya que acompañaría el crecimiento de los ingresos de toda la región.

En ese sentido tengamos en cuenta que, solo en los primeros tres meses de este año, la demanda creció a 981 toneladas .Y esto implicó un 11% más que al cierre del año 2010.
Por supuesto que dentro de esos requerimientos crecientes de stock participaron fuertemente los inversores que buscan el metal para protegerse de lo que consideran un seguro aumento de la inflación global. Y, con ese objetivo, solo los ciudadanos chinos consumieron 91 toneladas de oro en barras y monedas, lo cual representa un 100% de aumento en la demanda en relación a un año atrás.

En resumen, y aunque sería difícil predecir seriamente cual será el precio del oro en los próximos meses, la tendencia luce claramente ascendente para los precios del commoditie.
Por supuesto que dicho valor podría sufrir volatilidades que hagan bajar su cotización varios escalones en forma temporaria.
Si tal situación ocurriera, desde nuestro punto de vista, sería una buena oportunidad para aprovechar y comprar barato.

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