martes, 5 de julio de 2011

Nuevo riesgo "a la europea"

La crisis económica europea presenta algunas facetas poco conocidas y desplazadas de los grandes titulares de los medios, simplemente porque carecen de la urgencia o magnitud que representan la deuda griega o los riesgos en España y Portugal.

Sin embargo, de la mano del debilitamiento de la moneda euro, surgen problema para los bancos y las economías de la región europea aún poco considerados.

Por tanto el fortalecimiento del franco suizo frente a la divisa de la alianza y a otras monedas europeas disparó los temores por el gran volumen de créditos nominados en moneda helvética, sobre todo hipotecarios, tomados por países de Europa Central.

Así, durante el mes de junio, el euro marcó un mínimo histórico y cotizó a 1,19 francos suizos. Y la razón fundamental de ese hecho se debe a la incertidumbre del paquete de rescate a la apurada Grecia, que tendrá que apretarse el cinturón en los próximos cuatro años.

Y, a la par del hecho anterior, el CHF vio crecer su valor también frente a las monedas de distintos países hoy llamados “periféricos” de Europa Central, todo lo cual llevó al incremento del valor de las deudas hipotecarias ya mencionadas, generando mayores riesgos de default en las naciones europeas menos desarrolladas y que están fuera del euro, particularmente Polonia y Hungría.

Por lo tanto, y aunque los préstamos sobre inmuebles tienen una garantía importante, algunos analistas opinan que el problema macro de la economía de la alianza y la revalorización del franco podría generar impagos masivos en los créditos hipotecarios nominados en dicha moneda.
Tal situación, dada la diversificación geográfica de los bancos que tienen en sus carteras tales operaciones, podría contagiarse a toda Europa y, sobre todo, tendría alto impacto en el gobierno y los bancos de Austria.

La historia reciente

Las bajas tasas de interés de los préstamos nominados en francos suizos en los últimos años impulsaron a muchos habitantes de países como Polonia, Hungría y la República Checa a endeudarse en forma significativa en esa moneda a fin de adquirir bienes inmuebles.
Por lo tanto el 53% de los créditos hipotecarios del mercado polaco y cerca del 60% de sus similares húngaros se encuentran emitidos bajo el signo monetario suizo.

Entonces los usuarios de créditos hipotecarios, y las entidades financieras que los otorgaron, se enfrentan al problema de potenciales impagos en las deudas, tanto por el fortalecimiento del CHF frente a otras divisas europeas como también debido a los menores ingresos de los ciudadanos de esa región del mundo en crisis.

Y si bien hubo quienes pudieron cancelar sus obligaciones cuando, en el inicio de la crisis europea en al año 2010, se incrementaron los riesgos de las deudas en moneda extranjera, aún existe un importante monto de créditos vigentes y expuestos a las contingencias cambiarias.

Tal es la situación en Polonia y Hungría.

En dichos países muchas personas accedieron masivamente a facilidades crediticias para comprar sus casas, ya que pudieron aprovechar las mejoras en sus ingresos ocurridas por el despegue de las economías de sus naciones antes del año 2008.
Y en ese momento tanto el zloty polaco como el florín húngaro eran relativamente fuertes frente al franco suizo.

Porque, antes de la crisis desatada con la caída de Lehman Brothers, el CHF cotizaba a 160 florines húngaros, mientras que últimamente esa paridad se elevó en un 40% es decir a 224 florines por franco.

Y lo mismo ocurrió con la moneda polaca que cotizaba a 2.1 zloty por CHF en el mes de julio del año 2008, mientras actualmente el tipo de cambio saltó a 3.3, es decir una devaluación de la moneda polaca del 50%.

Por lo tanto todos los saldos de las deudas de los créditos vigentes se elevaron en forma proporcional al defasaje cambiario mencionado.
En medio de las angustias post caída de Lehman Brothers todos aquellos deudores que pudieron hacerlo recortaron sus consumos de otros productos con el fin de pagar las hipotecas y conservar sus casas.

Todo lo cual impactó negativamente en el nivel de actividad de la economía y del gasto, tanto en las dos naciones mencionadas como en otras de Europa central.


El momento actual

Sin embargo la situación descrita en relación a las carteras hipotecarias, conflictivas y riesgosas, aún se encuentra relativamente controlada.

Y eso debido a que algunos gobiernos de centro Europa implementaron políticas oficiales destinadas a contener un estallido de activos incobrables, tanto como los efectos recesivos que tal situación traería a las economías de la zona.

Por ejemplo el parlamento de la República de Hungría aprobó el 10 de junio un paquete de ayuda a los deudores hipotecarios en moneda extranjera, y legisló el derecho a comprar francos suizos a una tasa de cambio 180 florines por unidad de la moneda helvética.

Y los magiares también analizan la posibilidad de regular un programa de ayuda social mediante el cual el titular de una propiedad, que carezca de la posibilidad de pagar su deuda hipotecaria, pudiera retener su inmueble como arrendatario o inquilino hasta que su situación financiera mejore y pueda retomar la cancelación del crédito en mora.

Mientras tanto el gobierno polaco mantiene un rol más pasivo frente al problema, y se limitó a declarar que está listo para intervenir en ayuda de los ciudadanos que tuvieran deudas en moneda suiza y se encontraran imposibilitados de afrontar los pagos correspondientes a sus obligaciones.

Por otro lado también Suiza podría colaborar a aventar los peligros de morosidad generalizada existentes si pusiera freno a la revaluación de su moneda, lo cual además favorecería al sector exportador de su economía.

De esa manera podría colocar francos en el mercado y comprar otras monedas europeas, por ejemplo euros, y así deprimir el valor y la presión de compra sobre su moneda nacional.
El problema es que la divisa de al Confederación Helvética actualmente actúa como refugio global ante la debilidad de otros signos monetarios, por lo cual la demanda se hace más difícil de manejar.

Las alternativas a corto plazo

Quedaron plantadas, entonces, las dificultades que acarrearon en el pasado reciente la revaluación del Franco Suizo frente a otras monedas europeas, toda vez que existe una importante cartera de préstamos en los países de Europa Central cuya solvencia depende en gran medida de las oscilaciones de los tipos de cambio.
En consecuencia un imponderable económico importante en la zona del euro, como un agravamiento de las dificultades en Grecia tanto como en España o Italia, podría dispara el valor del franco en relación tanto al euro como al zloty polaco o el florín húngaro.
Y tal incremento podría tornarse muy difícil de manejar para los gobiernos de Hungría o Polonia, e incluso de Suiza, que estaría imposibilitados para detener la escalada del franco y el consiguiente deterioro en la solvencia de las carteras de créditos hipotecarios, todo lo cual afectaría tanto a los ciudadanos como a las entidades financieras de la región.

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